A raíz de las comunicaciones presentadas por J. A. Gutiérrez, P. Gómez y F. J. Jaraíz (Universidad de Extremadura) en el Taller del XI Congreso de la Población Española, se planteó el interesante debate sobre el uso de indicadores sobre la accesibilidad territorial y la definición del indicador más adecuado.
Se trata de uno de los temas que centraron varias investigaciones desarrolladas en el Centre d'Estudis Demogràfics desde el año 2002, dirigidas por el doctor Marc Ajenjo, y que tuvieron su fruto en su propia tesis doctoral (http://www.tdx.cat/TDX-0130106-193316/), sobre la relación entre la accesibilidad por la red viaria y la movilidad por trabajo en Catalunya, un amplio trabajo de investigación para la Fundación Abertis y, finalmente, en la elaboración de una memoria de tercer ciclo del autor de este blog.
Dicha memoria, dirigida por el Dr. Juan Antonio Módenes, lleva por título Construcción y análisis comparativa de indicadores de accesibilidad para los municipios catalanes y, consiste, en primer lugar, en una exposición teórica del concepto de accesibilidad y de los distintos indicadores que tradicionalmente se utilizan para la medirla , y, en segundo lugar, en la discusión crítica de su idoneidad a partir de su cálculo y aplicación en el caso de los 946 municipios catalanes.
Básicamente, la discusión se centra en cuatro aspectos:
- El uso de la medida adecuada (distancia o tiempo) de la impedancia. Aunque en la memoria se optó por calcular los indicadores mediante ambas variables, parece lógico pensar que mejor medida de la impedancia es el tiempo de desplazamiento, ya que es un factor clave a la tomar decisiones personales en materia de movilidad, pues en su cálculo interviene no sólo la distancia a recorrer sino, de manera muy importante, la calidad de la red viaria.
- La idoneidad de reflejar la utilidad de cada destinación. ¿Accesibilidad para qué? Esta es una pregunta básica que se debe plantear en cualquier estudio de la accesibilidad: la utilidad de la accesibilidad a ciertos nodos dependerá de la importancia de éstos, que puede medirse, según los intereses de la investigación, por el volumen de su población, de los puestos de trabajo, de las plazas hospitalarias...
- La validez de los indicadores absolutos y relativos. Los primeros son aquellos que tienen en cuenta únicamente la impedancia real, mientras los segundos la ponen en relación a la impedancia real (en línea recta). Así, mientras en los indicadores absolutos serán los municipios que ocupan una posición central los más accesibles, en el caso de los indicadores relativos este hecho se producirá en los más periféricos, ya que en ellos la relación impedancia real / impedancia ideal tiende a 1.
- La necesidad de tratamiento de la impedancia interna. Normalmente, se tiende a considerar nula la impedancia interna, de modo que la totalidad de la población propia interviene en el cálculo del indicador. Sin embargo, la aplicación práctica de los indicadores aconseja utilizar una tasa de caída de la impedancia según la dimensión del municipio, en función, por ejemplo, de su población o su superficie.
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