3/11/14

IDESCAT: Nuevas proyecciones de población 2013-2051

El pasado 16 de octubre el Institut d'Estadística de Catalunya (*IDESCAT) presentó la proyecciones de población realizadas con el horizonte temporal del año 2051. 

Como ya se ha comentado en anteriores ocasiones, se trata de un ejercicio teórico basado en el estudio de las series históricas recientes de los componentes del crecimiento demográfico (crecimiento natural y saldo migratorio), de forma que los resultados están bastante condicionados por la dinámica demográfica reciente. Por otro lado, la proyección de la serie futura de nacimientos y defunciones es un ejercicio relativamente aproximado puesto que depende casi exclusivamente de la estructura por sexo y edad de la población, mientras que la estimación de las migraciones está sometida a un mayor grado de incertidumbre puesto que depende, en gran medida, de la coyuntura económica del país.

Mencionadas estas premisas, y teniendo la cuenta el contexto actual expuesto anteriormente, según el escenario intermedio o tendencial (de los tres elaborados), la población catalana disminuirá a corto plazo y se recuperará a medio plazo, si bien este crecimiento está supeditado a un hipotético repunte de la economía. De este modo, la cifra de población disminuiría hasta los 7,333 millones el 2018 y se situaría en 7,456 millones el 2026. Las causas de esta evolución serían un saldo migratorio negativo y, por primera vez, un crecimiento natural también negativo (con un número de defunciones superior al de nacimientos). No obstante, a largo plazo, la población de Catalunya volvería a crecer, si bien muy moderadamente, y el 2051 se situaría en casi 8 millones de habitantes.





Más allá de la tendencia futura de la cifra de población del país, en términos de estructura por edades, el IDESCAT prevé un progresivo envejecimiento de la población, con un descenso de la población menor de 45 años y un aumento de la mayor de esta edad y de cara en 2051, la mayor ganancia de población se experimentará entre la población mayor de 65 años: aquel año, se estima que tres de cada diez catalanes serán mayores de esta edad. A este hecho  contribuirá el continuo crecimiento de la esperanza de vida, que se situará de media en los 85,3 para los hombres y los 90,2 para las mujeres. Por su parte, la población en edad activa, de 16 a 64 años, disminuirá progresivamente fruto de la evolución de la estructura demográfica y de los saldos migratorios de signo negativo a corto plazo. 



Finalmente, territorialitzando las tendencias apuntadas, la mayoría de las comarcas perderán población a corto plazo. Así, según el escenario mediano, en 2018 sólo el Alt Penedès y el Baix Penedès tendrían una población ligeramente superior al actual, mientras que en las 39 comarcas restantes se habría producido una pérdida de población. Se trata de dos comarcas «bisagra» situadas a medio camino entre la Región Metropolitana de Barcelona y una de más incipiente formada por Tarragona, Reos y Valls y que han recibido un importante flujo de población recién llegada procedente de los centros de estas dos aglomeraciones urbanas.

Concretamente sobre el caso de la provincia de Tarragona, el Diari de Tarragona ha publicado hoy mismo un artículo con dichos datos, en el que he tenido la oportunidad de colaborar.