Empezamos el nuevo año con una anécdota que me ocurrió a finales del anterior que no resisto a reproducir:
Uno de los días previos a la Navidad cogí el "Catalunya Express" desde Tarragona a Barcelona para hacer las tradicionales compras de estas fechas. Me senté al lado de una señora (luego supe que tenía 62 años y que vivía en Valencia) que, al llegar a la zona del Garraf (entre Vilanova y Castelldefels la vía salva el mazizo por medio de un gran número de túneles pegados a la línea de mar, en una obra de ingeniería fenomenal de finales del siglo XIX), no paraba de decir, en voz alta, y mirando por la ventana "¡Qué desperdicio!" "Hay que ver, qué desperdicio!"
Primero no entendí a qué se refería hasta que no terminó la frase: "Hay que ver qué desperdicio, con las vías tan pegadas al mar, sin poder construir chalets y que la gente pueda ir a la playa!". En fin, creo que sobra cualquier comentario... Por supuesto, me mordí la lengua para no provocar desórdenes públicos...
Primero no entendí a qué se refería hasta que no terminó la frase: "Hay que ver qué desperdicio, con las vías tan pegadas al mar, sin poder construir chalets y que la gente pueda ir a la playa!". En fin, creo que sobra cualquier comentario... Por supuesto, me mordí la lengua para no provocar desórdenes públicos...
Foto tomada en las cercanías de la estación de Vallacarca, de la excelente web www.trenscat.com. ¡Con lo bien que quedarían unos chalets en la "playa"!
1 comentari:
Déu ni do la fauna que corre pel món!!! Qualsevol aguanta un comentari així sense deixar anar algun renec!
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